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Soy un gran defensor de la tecnología, pero no de la tecnología por la
tecnología. Ésta debe enfocarse por y para el beneficio del ciudadano;
debe buscar la garantía de los derechos humanos universales y procurar
refugio, agua, comida, salud, educación, esperanza y libertad para todos. ...


Richard Rogers, Ciudades para un pequeño planeta. 1997

PRESENTACIÓN

Actualmente el sector de la construcción es el responsable del 40,00% de la energía que se consume en el planeta y del 33,00% de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Para remediarlo es necesario diseñar, construir, usar y reciclar los edificios de un modo más eficiente. Para entender el problema es necesario asumir que el gasto energético se produce tanto en los procesos que tienen que ver con la construcción/deconstrucción del edificio (Energía incorporada) como durante el uso del edificio en toda su vida útil (Energía operacional). Para minimizar la energía que se consume durante la construcción del edificio es necesario contar con sistemas constructivos que mejoren su comportamiento (diseño, fabricación, ejecución y uso). Con este planteamiento, la construcción ligera es una opción factible ya que, por definición, minimiza la cantidad de materiales a emplear.

Minimizar los materiales a emplear tiene mucho que ver con la optimización del diseño desde todos los puntos de vista. Aprender a elegir la forma (geometría) más correcta para cada solución arquitectónica, sin dejar al margen los aspectos funcionales y simbólicos, en la actualidad con las nuevas técnicas de control de la forma y de simulación de procesos, es totalmente factible.

Si a partir de este primer paso, se eligen correctamente los productos (atendiendo a las demandas del proyecto, su impacto unitario, criterios de optimización y procedencia, eliminado gastos energéticos de transporte) y los sistemas constructivos potenciando el uso del taller como lugar de trabajo y a la obra como lugar de montaje, obteniendo el máximo partido de la industrialización del proceso, se obtendrá un sistema optimizado, industrializado, ligero y de rápido montaje. En definitiva, es posible en cada caso concreto elegir la solución constructiva que menos impacto va a producir.

En la fase de uso, es fundamental reducir la demanda del edificio a partir de una estrategia clara que contemple estrategias pasivas en su diseño (orientación, geometría, tamaño y disposición de huecos, composición constructiva de la envolvente, compartimentación/ventilación libre, protecciones solares, etc…), complementadas con producción de energía mediante procedimientos de bajo impacto (solar, geotérmico, aerotermia, biomasa, etc…) que compensen la reducida demanda del edificio. De este modo, en fase de diseño, la composición de la envolvente y su relación con los elementos de compartimentación será fundamental para obtener un resultado óptimo. Los sistemas industrializados ligeros y de rápido montaje que integren compatibilidad y flexibilidad entre la estructura y la envolvente (que puede definirse a partir del número de capas específicas que sean necesarias según el caso) suponen la mejor solución a este problema que actualmente se puede plantear. En los lugares donde no exista un industria desarrollada, siempre se podrán estudiar soluciones óptimas basadas en la disponibilidad local, una vez descartada (si procede) la importación de sistemas del exterior.

Si bien, lo anterior posiciona a los sistemas ligeros y de rápido montaje como una solución para el gran problema actual, hay otras causas, también importantes, que justifican su uso. Potenciar el trabajo el taller y transformar la obra en un lugar donde sólo se montan elementos mediante, básicamente, procedimientos en seco, tiene la gran ventaja que el grueso del control (tipos de materiales, dimensiones, conformado geométrico, uniones, protección, etc…) puede realizarse en taller de un modo preciso. De este modo, el control en obra se ciñe al control del montaje de elementos mediante procedimientos testados (apriete de tornillería, etc…) y al de acabados de todos los elementos.

La ventaja de plantear procedimientos de unión sencillos en obra es que, con el diseño adecuado, el montaje de todos los elementos puede ser reversible. Independientemente de la reducción de impacto que se producirá cuando se desmonte/demuela el edificio al final de su vida útil, se potencia la aparición de un concepto nuevo, la flexibilidad. Bien entendida, va a permitir que el diseño cambie de forma por temporadas o a lo largo de su vida útil con facilidad, planteando de forma sencilla la posibilidad de ampliaciones, reformas, modificaciones y reparaciones.

No hay que olvidar que la posibilidad de industrializar un diseño es bastante amplia y que la prefabricación es sólo una de sus varias posibilidades9. En cada caso, en función del tipo de proyecto, del presupuesto y de las posibilidades de la industria se estudiará hasta donde se puede llegar. Es muy importante manifestar que la última revolución industrial/instrumental ha cambiado las relaciones con la industria en la que sólo eran rentables los proceso repetitivos que implicaban fabricación en serie. Actualmente, a partir el diseño paramétrico, implementado en procesos de simulación y de optimización, es posible que la industria mediante fabricación digital produzca elementos únicos, prácticamente, al mismo precio que el de elementos en serie.

Desde un punto de vista económico, en España hasta hace, relativamente poco tiempo, este tipo de sistemas no podían competir en precio con los convencionales. Actualmente es posible y la industria cada vez está más preparada. Sólo es necesario que la mayoría de los arquitectos integren este tipo de soluciones en sus proyectos para que se conviertan en la opción habitual. Para ello, el primer paso es ofrecer una docencia intencionada en las Escuelas de Arquitectura.

El Master que a continuación se presenta reflexiona y trabaja sobre lo anterior. Se ofrece un contenido docente que desarrolla un modelo arquitectónico basado en soluciones ligeras y de rápido montaje que incorporan estrategias de acondicionamiento pasivo y activo que permitan reducir el impacto ambiental durante todo su ciclo de vida. El desarrollo instrumental del curso se realiza a partir de plataformas BIM como hilo conductor en la fase proyectiva, como base de los procesos de simulación (mediante software específico: diseño paramétrico, túnel de viento virtual, confort ambiental, control solar, iluminación natural…) de las diferentes decisiones de proyecto y como plataforma fundamental de definición de la edificación.

Así pues, se establece un marco ideológico para la práctica de la arquitectura a partir del conocimiento de la tecnología y se profundiza en el conocimiento de aquellas que apoyan a la arquitectura, dotando a los estudiantes de herramientas globales para realizar el proceso completo (proyecto, construcción y gestión) necesario en la práctica arquitectónica.

CARACTERÍSTICAS GENERALES

Órgano responsable

Escuela Técnica Superior de Arquitectura (Universidad de Sevilla).

Unidades participantes:

Universidad de Sevilla:

Denominación del Título:

Master de Innovación en Arquitectura: Tecnología y Diseño (acrónimo: MIATD).

Número de créditos:

60 ECTS. Distribuidos del siguiente modo:
- 300,0 horas presenciales (20,0%) repartidas en 30 semanas con 10,0 horas de presencialidad cada semana.
- 1200,0 horas de trabajo personal del estudiante (80,0%). Distribuidas en los diferentes trabajos prácticos, talleres y TFM programados a lo largo del curso.

Número de plazas

Número de plazas ofertadas: 30
Número mínimo de alumnos: 10


Máster Universitario de Innovación en Arquitectura: Tecnología y Diseño - Escuela Técnica Superior de Arquitectura - Av. Reina Mercedes, 2. 41012 SEVILLA +34 954556501 -